imagen tomada de: https://marxismocritico.com/category/feminismo-marxista/
La lucha por la emancipación humana pasa por el rompimiento de todas las cadenas que nos han oprimido durante siglos, la abolición de la explotación de la burguesía al proletariado implica la ruptura de cualquier lazo de dominación patriarcal entre hombres y mujeres, así como la explotación imperial y colonial a los pueblos del mundo, bajo cualquier pretexto de superioridad.
En este sentido, como organización revolucionaria comprometida con la erradicación de toda opresión basada en clase, raza, sexo y género, rechazamos contundente y públicamente cualquier hecho que socave la lucha revolucionaria y, sobre todo que profundice las estructuras de dominación históricamente sufridas por las mujeres.
Lamentablemente, el movimiento social y popular no está exento de estas realidades, dado que la cultura patriarcal ha permeado todas las estructuras de la sociedad y se ha instaurado en las formas de ser, pensar y hacer, fenómeno que se manifiesta en algunas prácticas al interior de nuestras organizaciones donde militantes de izquierda enmascaran comportamientos machistas que riñen con la ética revolucionaria.
Recientemente, al interior de nuestra organización se presentó un caso de abuso sexual[1], y por la actitud consecuente y valerosa de mujeres militantes que denunciaron, resultó en una resolución por parte de las instancias internas, a razón de la cual se produce el retiro de la militancia de quienes cometieron los actos, siendo esto vinculante a todos los escenarios de la organización. Esta definición también nos ha conducido a una reflexión y ejercicio interno para reparar política, ética y moralmente a nuestras camaradas víctimas de esta situación.
Nuestra organización en nombre de toda su militancia rechaza los hechos ocurridos y acepta autocríticamente los errores cometidos. Superando estas dificultades, queremos afirmar que este trámite disciplinario nos ha llevado a una profunda reflexión sobre la forma de proceder en estos casos. Igualmente, reafirmamos que ninguna instancia de dirección de la Juventud Comunista ni del Partido Comunista cohonesta con actitudes contemplativas o de complicidad frente a esta situación u otras similares.
Somos conscientes de que aún tenemos un arduo camino que recorrer para lograr erradicar todas las formas de violencias contra las mujeres al interior de nuestras organizaciones. Seguimos trabajando como organización política en la proposición y adopción de medidas pedagógicas y de debate abierto, así como rutas de acción y prevención para que este tipo de actos no se vuelvan a presentar.
Asumimos el compromiso de continuar dirigiendo nuestros esfuerzos, tanto interna como externamente, en la superación de todas las formas de opresión que viven las mujeres y los hombres a causa del capital y el patriarcado. Que esta sea la oportunidad para llamar al movimiento social y popular en su conjunto a que dirija su mirada hacia sí mismo, revisando las prácticas políticas cotidianas donde brotan, casi imperceptibles, las expresiones arraigadas de machismo, discriminación, homofobia y misoginia.
Finalmente, llamamos a la unidad, a la cohesión y a salvaguardar la integridad de nuestra organización, de la misma manera, invitamos a las diferentes organizaciones democráticas, y a la sociedad en su conjunto a que nos acompañen en esta causa, que pone en el centro la dignidad de las mujeres y la lucha contra todas las formas de violencia.
Encontrarán en la JUCO y en el partido, un espacio de lucha por los derechos y las libertades de hombres y mujeres nuevas que sueñen con un país justo, digno y soberano.
¡Por la paz y el socialismo: hombres y mujeres unidos en la acción del feminismo!
Aprueban esta declaración,
Conferencia Regional – Hernando González Acosta – JUCO Bogotá
Comité Ejecutivo Distrital – PCC Bogotá
Comité Ejecutivo Central – PCC
Viotá, 15 de octubre de 2017
[1] Dícese de un abuso sexual no consentido, lo cual no implica una violación.