Este 4 de diciembre Colombia vivió un nuevo día de paro. Luces, danzas y música acompañaron la colorida marcha que terminó con una gran concentración en la plaza de Bolívar. Es innegable la capacidad de la guardia indígena y de la primera línea para proteger a la gente de las fuerzas militares, quienes está vez no fueron los encargados de acompañar la manifestación.

La memoria de Dilan Cruz y de los cientos de asesinados en los últimos años no se hizo esperar. Frases como “por nuestros muertos ni un minuto de silencio”, le dieron vida y ritmo a este evento histórico. De boca de muchas personas salía que por ser diciembre, el paro no continuaría, sin embargo, millones de personas salieron a alzar su voz en contra de un gobierno que ha permitido uno de los atropellos más grandes a los derechos humanos de los últimos años.

Personas de diferentes edades, condiciones sociales gustos y etnias se manifestaron haciendo uso de su derecho a la protesta, entendiendo que el cambio de la realidad de un país no depende de unos pocos, sino al contrario de la Unión y la fuerza de cada uno de sus habitantes. Es importante mencionar la capacidad de unión que tenemos los y las colombianas, pues está demostrado que cuando juntamos nuestras fuerzas logramos cambios verdaderos. ¡A parar para avanzar, viva el paro nacional!