II CONFERENCIA – XV CONGRESO
JUVENTUD COMUNISTA COLOMBIANA
REGIONAL HERNANDO GONZÁLEZ ACOSTA
En momentos en que el mundo se inclina peligrosamente hacia el abismo de la guerra, seguimos agitando incansablemente la bandera de la paz, nos encontramos en un momento turbulento en el que la estabilidad del orden internacional se ve amenazada por las trompetas de guerra que se hacen sonar desde la Casa Blanca.
El imperialismo contemporáneo continúa en una frenética carrera por encontrar nuevos nichos de explotación y agotar los que tiene hasta sus últimas consecuencias, depredando a niveles insostenibles nuestros recursos naturales y amenazando con escalar nuevas aventuras bélicas, llegando a la amenaza de una agresión nuclear, sin precedentes en la historia reciente.
Expresamos nuestra solidaridad y apoyo a las luchas por la reafirmación de la independencia, la soberanía y la dignidad de los pueblos del mundo, en particular, la valerosa lucha del pueblo catalán por su independencia y la heroica resistencia del pueblo venezolano, contra el saboteo y la innegable pretensión de intervención y ocupación yanqui al territorio bolivariano.
No son para nada fáciles lo retos que tenemos por delante, es cada vez más claro que el establecimiento no tiene la intención de cumplir de buena fe el acuerdo de La Habana, los desarrollos de su implementación se ven cada vez más enredados en la telaraña jurídica, burocrática y política tendida por las clases dominantes, clases que han demostrado hasta la saciedad su descomposición y su incapacidad para dirigir el país.
Por nuestra parte, dedicaremos todos nuestros esfuerzos para movilizarnos y exigir al Estado colombiano que cumpla con lo pactado, así como una campaña pedagógica y de exigencias al gobierno distrital para impulsar la implementación del acuerdo de La Habana en clave juvenil para la ciudad de Bogotá. Asimismo, saludamos el cese al fuego decretado entre el gobierno nacional y el ELN y nos dispondremos a defender a impulsar las conversaciones de paz que se están llevando a cabo en Quito.
Ofrecemos nuestra solidaridad y acompañamiento a las víctimas de la violencia que ven en el acuerdo, en la JEP y en la comisión de la verdad, una posibilidad de superar para siempre la página de la violencia y construir un nuevo país, a los miles de prisioneras y prisioneros políticos aún encerrados en las cárceles del país y exigimos la repatriación y libertad de Simón Trinidad, héroe de la resistencia colombiana. En especial, rechazamos las amenazas recientemente sufridas por la dirección nacional de la UP, muestra de que la guerra contrainsurgente sigue aún latente en nuestro país.
Nuestro pueblo no cesa de luchar, la confrontación callejera entre clases sociales se muestra más viva que nunca, las movilizaciones cocaleras en defensa de la sustitución de cultivos de uso ilícito tal como se acordó en La Habana, la lucha librada por las comunidades indígenas en defensa de su territorio, las movilizaciones estudiantiles por presupuesto para la educación, el gigantesco paro de maestros por sus reivindicaciones laborales y la huelga de los trabajadores del transporte aéreo son todas reprimidas por el aparato judicial y policial del Estado en franco incumplimiento a los acuerdos de paz, y en detrimento de los derechos constitucionales de miles de ciudadanos, en prueba de lo anterior tenemos la trágica muerte de seis campesinos a manos de las fuerzas policiales y militares, cubierta por el silencio cómplice de los medios de comunicación.
Se avecina además un escenario electoral que representa el principal campo de confrontación de clases en Colombia en lo inmediato, no sólo afirmamos nuestra voluntad de dar la más dura de las batallas, sino que llamamos a la más amplia unidad de cara a este escenario, por la cual estamos trabajando de tiempo atrás.
La disputa por la ciudad de Bogotá tiene especial importancia en esta perspectiva, tenemos en nuestra ciudad una agudización de la confrontación entre la administración distrital y el pueblo agobiado por políticas que ni de lejos, están encaminadas a satisfacer y garantizar sus derechos. No será nuestra generación la que se quede impávida ante la privatización de nuestros espacios y bienes comunes.
Frente a esta perspectiva, como jóvenes comunistas de la ciudad de Bogotá nos comprometemos a continuar la construcción de un proceso constituyente-destituyente, que recupere la administración para los sectores populares y democráticos de Bogotá, somos evidencia viva de que el proyecto comunista para Colombia sigue vigente y es cada vez más urgente, aquí nadie ha renunciado al proyecto de la revolución colombiana y la mejor herramienta construida para ello por el pueblo colombiano es el Partido y la Juventud Comunista.
Desde la UP, desde los espacios de coordinación zonal en el marco del FDJ y desde todos nuestros escenarios de masas generaremos una propuesta programática para la ciudad de Bogotá en clave juvenil, rechazamos la criminalización de la vida juvenil, exigimos el desmonte del paramilitarismo, apoyaremos la resistencia de la ciudadanía en las calles, como la que se desarrolla en los territorios del sur alrededor del botadero “Doña Juana” y la que se desata casi a diario por el pésimo servicio de transporte público, impulsaremos procesos de unidad alrededor de la revocatoria de Peñalosa y más allá de ella, todo en pro de la construcción de una ciudad de derechos para sus habitantes.
Sin claudicar en ninguna tarea, sin la menor vacilación avanzamos por la construcción del poder popular en la ciudad, defendemos la solución política al conflicto armado colombiano, por la apertura democrática y la construcción de una paz integral.
Por el derecho a la ciudad, juventud vigente en la lucha por la paz.
Viotá la roja, 15 de octubre de 2017