Declaración política
XVI Congreso
Juventud Comunista Colombiana
Ha culminado la realización de nuestro magno evento. El XVI Congreso de la Juventud
Comunista Colombiana -JUCO- se celebró en las indómitas tierras abrazadas por el cañón
del Combeima y el Valle del Magdalena. Allí confluyeron la esperanza, la alegría y rebeldía de jóvenes de todo el país que han asumido la heroica tarea de transformar el orden social existente.
El histórico Colegio San Simón, próximo al bicentenario de su fundación, recibió a las
entusiastas delegaciones de la gloriosa JUCO; en este emblemático lugar, brindamos
homenaje a uno de sus hijos más connotados, Carlos Lozano Guillen, así como a Klaus
Zapata, Yenifer Osorio e Inyer Villarreal, militantes que con su abnegada lucha y férreo
trabajo sembraron esperanza, confianza y amor en la gesta revolucionaria, dejando una huella imperecedera en nuestras memorias y corazones. Homenajeamos a estos héroes y heroínas, comprometiéndonos a no desfallecer, a reafirmar nuestra disposición de lucha, nuestra voluntad unitaria y, sobre todo, a mantener nuestra firmeza y convicción para avanzar en la democratización de nuestro país y en la derrota del neoliberalismo y del capitalismo.
El periodo que inauguramos afronta en el panorama nacional la reconfiguración de un
proyecto neoconservador dirigido por la clase más recalcitrante del bloque de poder, vaticina nuevos y múltiples escenarios en los que está en disputa la posibilidad de transformar la historia de guerra y miseria de nuestra nación. Nuestra tarea es y será, aportar nuestra experiencia y capacidad de lucha, organización y elaboración en la configuración de un sujeto político que dispute la lucha por la paz y por las transformaciones de fondo que requiere nuestro país, siendo un objetivo estratégico vigente para la JUCO en su disposición combativa ante el actual estado de cosas.
El Gobierno de Iván Duque pretende asestar un duro golpe a las y los colombianos; el
paquetazo de reformas que se proponen desarrollar desde la bancada mayoritaria de la
ultraderecha afectará el proceso de paz, el bolsillo de los colombianos y aumentarán la crisis social y económica del País. Los engaños con los cuales se cautivaron personas y vendieron ilusiones al pueblo, deberán ser desmantelados con las acciones más decididas del movimiento juvenil, para lograr hacer frente y situar un proyecto alternativo capaz de interpretar la más amplia y diversa realidad juvenil.
El fin de la guerra y la edificación de la paz democrática pasa por garantizar la no vinculación de la juventud a la guerra, por anteponer la paz y la reconciliación sobre el militarismo, el odio y la retaliación, como valores culturales ante el paso de la muerte y el olvido que no permite desenredar la verdad histórica en nuestro país.
Disputar el sentido de la historia solo es posible si avanzamos en la configuración de un
movimiento juvenil que logre interpelar el poder dominante y ofrecer una alternativa de vida a millones de jóvenes que en nuestro país padecen diariamente la precarización de su vida producto del rigor impuesto por el neoliberalismo, los ciclos de la crisis capitalista y el flagelo de la guerra que los expone como carne de cañón y los somete a lógicas de militarización, estigmatización y criminalización.
Romper la política de guerra del establecimiento, resistir con formas creativas y amplias la actual ofensiva de la ultraderecha, es sin duda uno de los desafíos del presente inmediato como condición necesaria para abrir paso a las disputas por la construcción de un proyecto de apertura democrática en el país. Proponemos entonces a) un nuevo modelo de participación y representación de los jóvenes; b) educación y cultura para la paz; c) arte y recreación para la reconciliación y el aprovechamiento del tiempo libre; d) no retorno de la juventud a la guerra, libertad de conciencia y fin del servicio militar obligatorio y; e) trabajo digno y contra la precarización de la vida juvenil.
El sujeto juvenil que aspiramos configurar busca impulsar las diversas banderas enarboladas por la juventud para hacerle frente al saqueo neoliberal. Articular las múltiples y diversas disputas por las reivindicaciones ambientales, territoriales, estudiantiles, de mujeres, sectores LGBTI, jóvenes trabajadores, artistas, deportistas, afros e indígenas etc., en propuestas que configuren escenarios unitarios junto con los más amplios sectores para hacer desplegar el gran torrente de movilización con propuestas y alternativas que desaten dinámicas constituyentes y sean impulsadas en todos los espacios de la política nacional.
En este sentido, reafirmamos nuestro compromiso con la Unión Patriótica, baluarte de la
honestidad y la decencia política. Nuestra tarea es impulsar como organización vinculada a la Unión de Jóvenes Patriotas, una sola política unitaria, expresada en distintos campos de la lucha tanto política, institucional como en la más fuerte y férrea movilización social.
Asumimos como tarea propia, Votar 7 veces Si en la consulta anticorrupción. La práctica
política jamás puede estar alejada de una concepción ética. La JUCO, entendiendo que la
lucha en contra de la corrupción es vital y sabiendo que esta lucha parte de un eslabón que logra anclar las indignaciones sociales más sentidas del pueblo colombiano, mantiene su compromiso de impulsar con decisión la consulta del 26 de agosto contra la corrupción que pone en detrimento la garantía efectiva de los derechos de las y los jóvenes.
Reafirmamos nuestro compromiso en la lucha por la implementación de los Acuerdos de Paz de la Habana. Nos apropiamos de la fuerza de los acuerdos para la articulación de la
movilización social y la unidad de acción que apunte a recuperar el movimiento social por la paz, la necesidad de detener el derramamiento de sangre en diferentes regiones del país con motivo de la reactivación paramilitar que se ha cernido contra los dirigentes sociales, como también por la necesidad de irradiar con mayor amplitud el respaldo al proceso de dialogo con el ELN en la Habana e insistiremos en la apertura de los diálogos con el EPL. Anunciamos la realización de la 3ra Brigada Internacional Juvenil por la paz y los derechos juveniles, como aporte a la salida política y verificación de los acuerdos, sobre todo ahora que miles de jóvenes a nivel mundial, piden espacio para generar acciones de respaldo a la paz anhelada.
La tesis de la solución política al conflicto social y armado es más vigente que nunca; pese a que aún persiste el paramilitarismo, afirmamos nuestra lucha contra el neoliberalismo de guerra que sigue en curso. Solo con la voluntad de llevar a buen puerto la paz integral, representada en el acuerdo ya logrado y los acuerdos posibles, podremos desmantelar la práctica de la violencia política en el país; por ello impulsaremos esta voluntad desde los y las jóvenes para lograr un gran pacto político nacional que proscriba el uso de las armas en la política y que garantice con ello el desmantelamiento del fenómeno paramilitar, un pacto por la paz, la reconciliación, la no estigmatización y la no repetición.
Pero la realización de las más amplias y conjuntas iniciativas juveniles, deberán obedecer a la necesaria tarea de nuestra historia reciente, avanzar de forma decidida para lograr una amplia unidad y, sobre todo, la unidad de las y los jóvenes comunistas y revolucionarios. Si bien, entendemos que tales definiciones no pueden ser mecánicas, contamos con nuestra disposición para generar las condiciones que favorezcan el mejor clima político, para construir escenarios conjuntos y comunes entre las y los revolucionarios del país, y así cimentar las condiciones para tener una sola organización juvenil comunista, creemos que este llamado debe de ser tomado como ejemplo para allanar las condiciones para la reunificación de los y las comunistas en nuestro país.
Nuestra política internacional, estará marcada por la articulación de las iniciativas que
permitan ganar en la construcción de proyectos que integren y movilicen a la juventud, con el objetivo de disputar la aspiración a ser una alternativa real en el continente y en el mundo. Por ello aseguramos que ningún proyecto es una alternativa real si no tiene la práctica de la ternura de los pueblos que no es más que la solidaridad. Venezuela, Nicaragua, Brasil, Argentina, el pueblo palestino y saharaui, el siempre firme y digno pueblo cubano, entre otros, merecen toda nuestra solidaridad y atención. Son pueblos que han sufrido el intervencionismo imperialista, pero también son pueblos que nos enseñan de dignidad, combatividad y lucha por la emancipación de la humanidad.
Nos sumamos al gran debate continental impulsado por las mujeres, y en particular, por las combativas mujeres argentinas, que, en la lucha por la soberanía de sus cuerpos, reclaman el aborto legal, libre, gratuito y seguro y luchan con ello para que ni una más muera a causa de aquellos que se creen dueños de los cuerpos y vidas de las mujeres.
Nos comprometemos a no desfallecer jamás, en la búsqueda de la libertad de Simón Trinidad y Jesús Santrich, la canallada con que el imperialismo norte americano se burla y ha pretendido sembrar desconfianzas ante el acuerdo de paz y su implementación, muestra el talante intervencionista y saboteador del proceso de paz colombiano. Camaradas Simón y Jesús, no existen barrotes ni celdas que no puedan ser abiertas cuando confluyen la esperanza, la verdad, la libertad y la tranquilidad de haber aportado a los fines más nobles de cualquier ser humano, como son la lucha por la paz, la revolución y el socialismo. Aquí está la Juventud Comunista Colombiana, seguiremos acompañando e insistiendo hasta el último hálito por lograr su libertad y reivindicar siempre a aquellos que, con su ejemplo y talante, nos enseña la nobleza de nuestra lucha.
Agradecemos especialmente al Local Camilo Alberto Zuluaga, por la disposición y disciplina de su militancia y simpatizantes de la JUCO en la realización de nuestro XVI Congreso. A todo el equipo logístico, de acompañamiento y de comunicaciones, nuestros más sinceros agradecimientos. La disposición de realizar un congreso en la región es muestra del diálogo que debe de lograr entablar la JUCO, con los procesos regionales y territoriales.
Por último, al Partido Comunista Colombiano, a nuestros camaradas promocionados, al
conjunto de la militancia de la Juventud Comunista Colombiana, les expresamos que nuestro XVI Congreso realizado en la Capital Musical de Colombia, abordó los temas fundamentales para lograr dotar a nuestra organización de una política capaz de luchar por el sentido y la transformación de la historia, reafirmando las conclusiones del XXII Congreso del PCC. No desfalleceremos jamás. Hemos ganado en unidad, claridad, creatividad y alegría, nos hemos comprometido ¡A Sumar por la Esperanza, la Democracia y la Paz!
Ibagué 20 de agosto de 2018